CÓMO SACAR EL MÁXIMO PARTIDO A TUS CÓCTELES EN INSTAGRAM

En estos tiempos de interconectividad no basta con que un cóctel esté bueno y haya sido elaborado con ingredientes de calidad por manos expertas. También tiene que ser bonito. Y lo más importante: tiene que parecerlo. Porque si nuestro cóctel cumple todos estos requisitos se convertirá en algo totalmente instagrameable, viral y, por lo tanto, en un objeto de deseo. Para ello, dicen los que saben que no basta con disparar la foto y subirla a Instagram, sino que hay que tener en cuenta una serie de detalles fundamentales para lograr el éxito en esta red social.

Laura Conde, editora jefe de Vice y experta en gastronomía y tendencias, ha podido hablar con Ana Casanova, más conocida como Lovefood, quien desde 2012 gestiona con éxito una cuenta de Instagram que hace de la comida y la bebida un arte. El resultado de su buen gusto para fotografiar desde Bloody Marys a callos con garbanzos, ceviches o cafés con leche son más de 15.000 seguidores y una de las cuentas más bonitas y con más personalidad de la red. Ana cuenta qué hacer (y sobre todo qué no hacer) a la hora de fotografiar nuestros cócteles.

1- “Yo no quiero hacer lo que hace todo el mundo”. Lo que significa que a la hora de crear una cuenta de Instagram es importante que decidamos quiénes vamos a ser antes de empezar a disparar a lo loco. Antes siquiera de tocar el móvil es fundamental tomar una serie de decisiones para que nuestra cuenta sea una prolongación coherente de nuestra personalidad, tanto si somos un establecimiento como un instagramer. Estética, atrezzos, ángulo, filtros, contenido (¿vamos a fotografiar producto o también clientes? ¿vamos a aparecer nosotros?)… Decidamos qué historia queremos contar a través de imágenes y texto, pero hagámoslo antes de empezar a contarla.

2- “El texto también importa”. Porque Instagram no son solo fotos, sino que van acompañadas de un texto que debería tener cierta gracia, un punch que suele ser difícil de encontrar en muchas cuentas de eso que se ha dado en llamar   influencers. Lo ideal, asegura Ana, es encontrar el propio tono, alejado de un estilo excesivamente naïf en el que es fácil caer en esta red social.

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