En un mundo donde todo avanza demasiado rápido, FANGO propone una pausa. Un alto en el camino para reconectar con lo esencial, con lo imperfecto, con el origen. Bajo el lema “Tempus Fugit”, esta coctelería redefine la experiencia gastronómica apostando por un discurso honesto, emocional y profundamente arraigado en la tierra que pisa.
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🌿 Un nombre con alma: FANGO
El fango es barro, es mezcla, es caos fértil. Simboliza el terreno donde germina la vida y, en FANGO, representa la voluntad de construir desde lo natural. Aquí no hay artificios ni disfraces: hay producto, memoria y fuego lento. Esta filosofía impregna tanto la cocina como la barra, convirtiendo a su coctelería en una extensión coherente del relato gastronómic
🍸 La coctelería de Jorge Palacios: identidad líquida con alma
Detrás de esta barra conceptual está Jorge Palacios, un profesional al que conocemos desde hace años y cuya trayectoria es ejemplo de evolución, técnica y visión. Su creatividad no es improvisada: está basada en una sólida formación, en el respeto por el producto, y en una lectura contemporánea del mundo del cóctel.
Palacios es mucho más que un barman. Es un narrador líquido, un creador de emociones que ha sabido convertir la barra en un espacio sensorial. Cada una de sus propuestas —desde el delicado Sakura con flor de almendro hasta el irreverente Bloody Bloody Mary con sake y habanero— es una experiencia completa. Su dominio del “NoLo” y su revisión de clásicos no solo demuestra conocimiento, sino una sensibilidad que conecta con las nuevas formas de entender el placer.
Su propuesta está completamente alineada con la cocina de autor de Carlos Casillas, joven chef que apunta ya a ocupar un lugar entre los grandes nombres de la nueva cocina española. Casillas representa una generación que no solo cocina, sino que piensa y construye relato gastronómico, haciendo de cada plato una declaración de intención.
👨🍳 Cocina y barra: un binomio perfecto
La sinergia entre Carlos Casillas y Jorge Palacios es evidente. Ambos comparten una visión: el producto como protagonista, la técnica al servicio del sabor, y la experiencia como objetivo final. En lugar de coexistir, cocina y barra se fusionan como un solo discurso.
La carta de FANGO no es extensa, pero sí precisa. Ofrece bocados de autor con alma de cocina viajera y emocional: oreja con kimchi, panceta con yema curada, tartar de chuletón con pistacho… Cada uno de ellos es una puerta de entrada al universo FANGO, especialmente cuando se disfruta con los cócteles afinados de Palacios.
🔮 Un modelo que mira al futuro
FANGO no busca la masificación ni la copia. Su modelo de negocio es selectivo y honesto: un menú degustación con 12 elaboraciones, 5 cócteles de maridaje diseñados para el recorrido y una carta de clásicos reinterpretados con identidad propia. El resultado: una propuesta inmersiva, rentable, escalable en calidad, pero no en concesiones.
Esta es una barra con propósito, sostenida por un barman con visión y experiencia, y sostenida por un chef que apunta a ser referente. Es una propuesta para quienes saben que la verdadera innovación no está en hacer más, sino en hacer mejor.
✨ FANGO: donde el presente sabe a futuro
Lo que Jorge Palacios y Carlos Casillas han construido juntos no es un restaurante: es una experiencia líquida y sólida, estética y sensorial, donde cada sorbo y cada bocado nos recuerdan que vivir el presente es un acto de resistencia.
Porque en FANGO, el tiempo no se mide en minutos, sino en emociones.
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