Ayer tuve la oportunidad de asistir a la presentación de uno de los whiskies más exclusivos y refinados del mercado: el Glenfiddich 31 Year Old Grand Château, una edición limitada que destaca no solo por su envejecimiento excepcional, sino también por la innovación que representa. Este single malt ha sido finalizado durante nueve años en barricas de vino tinto de Burdeos, lo que le confiere una riqueza y profundidad incomparables, fruto de la fusión de tradiciones escocesas y francesas.
El sabor de este whisky es tan opulento como su historia. Notas de cerezas caramelizadas, manzana y especias cálidas se entrelazan con la madera tostada de las barricas, ofreciendo una experiencia sensorial completa. La nariz se deleita con aromas envolventes de vainilla y casis, mientras que en boca se despliega un equilibrio perfecto entre lo frutal y lo floral. Sin duda, cada sorbo es un viaje a través de más de tres décadas de maduración y perfección.
La Historia de Glenfiddich: Un Legado de Innovación
Glenfiddich, cuyo nombre en gaélico significa «Valle del ciervo», fue fundada en 1886 por William Grant en Dufftown, Escocia. Este emprendimiento comenzó con apenas 120 libras y equipos de segunda mano, pero hoy, más de un siglo después, es una de las destilerías más grandes y reconocidas del mundo. Lo que hace a Glenfiddich verdaderamente especial es que sigue siendo una empresa familiar, gestionada por los descendientes del fundador.
Durante los años de la Prohibición en Estados Unidos, Glenfiddich fue una de las pocas destilerías que mantuvo su producción, apostando a la apertura del mercado estadounidense una vez levantada la ley seca, una decisión que catapultó a la marca a su éxito global. Glenfiddich también fue pionera en comercializar el whisky single malt fuera de Escocia, rompiendo el monopolio de los blends en los mercados internacionales.
Ubicación y Proceso de Producción
Ubicada en el corazón de Speyside, una de las regiones más prestigiosas para la producción de whisky, Glenfiddich se abastece de agua pura de los manantiales Robbie Dhu, lo que contribuye al carácter limpio y fresco de sus whiskies. Con una capacidad de producción anual de más de 21 millones de litros, la destilería utiliza una combinación de barricas de roble americano ex-bourbon, barricas de jerez y barricas de ron caribeño para envejecer sus whiskies, lo que otorga una diversidad única de sabores.
Además, Glenfiddich se distingue por mantener su propia tonelería y destilar sus whiskies utilizando alambiques de cobre de forma tradicional. La destilería también cuenta con una planta de embotellado en sus instalaciones, lo que asegura un control total sobre cada paso de la producción.
Un Verdadero Ícono de Exclusividad
El Glenfiddich 31 Year Old Grand Château no solo es un testimonio del arte de la destilación, sino también una obra de arte en sí misma. Con solo 30 unidades para el mercado español, considero un verdadero lujo el poder catar este gran producto y sobre todo recomendarlo para su cata en HolyDrop en la meca del whisky de Madrid. En colaboración con el artista francés André Saraiva, esta edición limitada presenta un empaque diseñado para reflejar la fusión entre las culturas escocesa y francesa. Cada botella no es solo una bebida, sino una pieza de colección destinada a los paladares más exigentes.
Si eres amante del whisky o un coleccionista, esta es una oportunidad única de adquirir una de las creaciones más exclusivas y limitadas de Glenfiddich, una verdadera joya que encapsula décadas de maestría, tradición e innovación.
Ubicación: Glenfiddich Distillery, Dufftown, Banffshire AB55 4DH, Escocia.