Chivas Regal Crystalgold: ¿Innovación o un sinsentido de marketing?
Pernod Ricard, a través de su división de whisky Chivas Brothers, ha lanzado al mercado Chivas Regal Crystalgold, una extensión de su emblemático whisky escocés que se presenta como una bebida espirituosa transparente. La compañía justifica su creación afirmando que está dirigida a un nuevo segmento de consumidores, con el objetivo de competir con la cuota de mercado de destilados como el tequila en el ámbito de los combinados.
En esencia, el proceso de elaboración de este nuevo producto implica filtrar lo que la propia marca denomina un “espíritu envejecido en roble”, eliminando así el color dorado y las características de sabor adquiridas durante su maduración. Este enfoque refleja una tendencia que ha ganado popularidad en la industria de las bebidas, donde la claridad y la pureza visual se valoran por encima de la complejidad y la tradición. Lo verdaderamente distintivo es la incorporación de la destilación de un new spirit sin envejecer, lo cual le confiere unos matices excepcionalmente frescos en boca. De esta manera, Chivas Regal Crystalgold logra sustituir el marcado sabor a madera característico de otros productos más reconocidos de la casa, ofreciendo una experiencia gustativa orientada a la ligereza y la coctelería.
Una afrenta o NO, a la tradición y el arte de la destilación
Para el tradicionalista del whisky, la noticia de Chivas Regal Crystalgold podría resultar, como mínimo, desconcertante. El proceso de envejecimiento es el corazón y el alma del Scotch clásico. A lo largo de años o décadas, el líquido descansa en barricas de roble, desarrollando su color, aroma, y un perfil de sabor complejo y distintivo. Sin embargo, Chivas Regal Crystalgold no se posiciona como un whisky al uso, y ahí radica su audacia. La marca ha destilado un producto totalmente nuevo, una innovación líquida que mantiene la maestría de su casa, pero se aventura fuera de las reglas estrictas del whisky añejo. Está diseñado para un público que busca experimentar y para momentos de consumo muy concretos y modernos, donde la ligereza, la mezcla y la ocasión priman sobre la cata tradicional. No se trata de intentar enamorar al consumidor más purista, sino de ofrecer una alternativa refrescante y disruptiva que reescribe las reglas de la coctelería de lujo.»«Siempre hemos creído que la innovación debe mejorar la tradición», dice Sandy Hyslop, Maestro Blender de Chivas Brothers.
«Chivas Regal Crystalgold es el epítome de eso. Supera los límites de lo que es posible en la mezcla, preservando todo lo que la gente ama en un espíritu envejecido en roble, mientras lo presenta de una manera que nunca has visto antes. La claridad es impresionante, pero el sabor es inconfundiblemente Chivas Regal».
¿Imitando una moda con años de retraso?
Chivas Brothers está demostrando una visión audaz al expandir proactivamente su portafolio para competir directamente con el dinamismo y el éxito global de los destilados mexicanos, como el tequila, en el segmento de bebidas claras de alta gama.
Esta iniciativa no es simplemente seguir una tendencia; es una respuesta estratégica a la evolución del paladar del consumidor y a la demanda de versatilidad en la coctelería premium. Al introducir una opción clara, Chivas Brothers no está imitando la pureza del agave—sino reinterpretando la versatilidad de los espirituosos no añejos—y ofreciendo a sus clientes una nueva dimensión de sabor que se adapta perfectamente a los cócteles modernos.
Lejos de ser un ‘híbrido extraño’, Chivas Regal Crystalgold representa un ejercicio brillante de adaptabilidad y una muestra de confianza en la versatilidad de la destilación escocesa. En lugar de quedarse estancada en las tradiciones, Chivas Brothers ha optado por liderar la experimentación en el sector de las bebidas premium.
Esta decisión no es una renuncia a la identidad del whisky, sino la creación de una nueva identidad complementaria diseñada para interactuar con un mundo de consumo en constante cambio. La marca está demostrando que la riqueza de su maestría destiladora se puede aplicar para democratizar el lujo y el savoir-faire escocés en momentos de consumo más espontáneos.
Al ofrecer Crystalgold, Chivas no solo está educando al consumidor sobre nuevas formas de disfrutar un destilado de alta calidad, sino que está activamente definiendo el futuro de la categoría, asegurando que su legado sea tan relevante en la coctelería moderna como lo es en la copa de un bebedor tradicional.
Un signo de desesperación
La introducción de Chivas Regal Crystalgold establece una nueva realidad dual para la marca Chivas Brothers. Por un lado, existe el purista para quien el proceso de añejamiento en barricas de roble sigue siendo el corazón y el alma del whisky, un diálogo paciente que define su complejidad y su identidad. Para este consumidor, la eliminación de la madera podría interpretarse como una renuncia al carácter. Por otro lado, la marca demuestra una visión audaz y estratégica al reconocer la evolución del mercado, donde una nueva generación busca versatilidad e innovación líquida para momentos de consumo modernos y específicos. Crystalgold no traiciona la herencia; en cambio, aprovecha la maestría destiladora de Chivas para crear una identidad complementaria, definiendo el futuro de la categoría al ofrecer una alternativa premium clara, diseñada para atraer a nuevos clientes sin forzar al tradicionalista a cambiar su copa.
Debo confesar que, a pesar de todo el análisis, mi paladar sigue anclado en la inigualable riqueza de un Chivas 18. Quizá sea por la edad o por los recuerdos imborrables asociados a uno de mis whiskies preferidos para celebrar un buen momento. Aun así, y porque rectificar es de sabios, modifico y cambio mi artículo con conocimiento de causa: esta nueva visión de Chivas no es retroceder, sino avanzar hacia una nueva categoría, audaz y necesaria, dentro del sector de los destilados premium.
